lunes, 19 de septiembre de 2016
Comunicación
La comunicación es el hecho de transmitir información significativa. Es la acción a través de la cual los individuos se relacionan entre sí.
Para que la comunicación se produzca se requieren tres elementos básicos: Un emisor, un mensaje y un receptor. A estos tres elementos fundamentales hay que sumarle dos factores de igual importancia: El código y el canal. Se les conoce como los factores de la comunicación.
El signo lingüístico es la asociación de una idea o concepto (significado) con una forma sonora o escrita (significante). Es un símbolo
Esquema de la comunicación
Emisor: Es quien produce y emite el menaje.
Receptor: La persona que recibe y interpreta el mensaje del emisor.
Mensaje: La información que el emisor transmite.
Código: El conjunto de signos con el que se comunican el emisor y el receptor. puede ser verbal o no verbal.
Canal: Es el medio físico a través del cual se transmite el mensaje.
Contexto: Situación comunicativa que comprende a emisor y receptor.
Ejemplo: Un entrenador de baloncesto dibujando una jugada para que se haga en el partido.
Emisor: Entrenador.
Receptor: Jugadores.
Mensaje: La jugada.
Código: No verbal y verbal
Canal: Pizarra y aire
Contexto: Hacer la jugada i que salga bien.
miércoles, 14 de septiembre de 2016
Telmo Yáñez, aprendiz de cantero muy hábil en tallar la piedra, entra en la fraternidad de los constructores. Éste le proporciona la posibilidad de viajar a Bretaña para participar en la construcción de una catedral. Pero este proyecto encierra terribles propósitos, y es que la catedral está financiada por la orden del Águila de San Juan, secta que adora al demonio. La historia comienza con un misterioso asesinato y avanza mediante intrigas, prodigios terribles y combates entre caballeros templarios y guerreros tenebrosos, de una malignidad y una ambición sin medida. Al final, tiene que luchar contra el demonio en persona y consigue salvar a la bella Valentina.
Finis Mundi Autor: Laura Gallego
Francia. Año 997 de nuestra era. Michel, un monje cluniacense, decide embarcarse en una misión imposible. Según las revelaciones del ermitaño Bernardo de Turingia, el fin del mundo se acerca y sólo hay una manera de salvar a la humanidad: invocar al Espíritu del Tiempo. Pero antes es preciso recuperar los tres ejes sobre los que se sustenta la Rueda del Tiempo. ¿Dónde se encuentran? Nadie lo sabe…
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